Querido amigo, ya sabes que para nosotros es un placer resolver todas esas pequeñas dudas que puedan interponerse en tu camino, que esa es precisamente nuestra razón de ser, contribuir a vuestra felicidad, que es la nuestra.
Pero vamos al grano, ese granillo que hoy te ha tenido inquieto desde tu despertar.
Nos preguntabas: Soy un afectado por la NRA (Nefasta Reforma Actual para los neófitos) que no sale de su asombro al ver que donde y cuando hace poco se hablaba de nefasta reforma ahora se dice y hace lo contrario, en qué quedamos, ¿antes era malo y ahora bueno? ¿Cuál es la diferencia entre antes y después? ¿Alguien es capaz de explicarlo? Yo no lo comprendo.
¡Ay querido!, el bien y el mal, el antes y el ahora, el tiempo… ¡ese gran desconocido! ¡Cómo te comprendemos! Y es que se siente uno tan pequeño ante tanta grandeza, ¿verdad?, el paso de los años, de las estaciones, de los días… Pero no te acongojes si hoy te has levantado filosófico, eso nos ha ocurrido a todos alguna vez y míranos, aquí tan felices de poder ayudarte.
Ya sabemos que a veces las cosas parecen ir en sentido contrario, que tienes la sensación de que todo en el mundo va mal… pues nada más sencillo que dar la vuelta y empezar, pasito a pasito, a caminar al revés, ya verás como ahora todo fluye en la dirección correcta.
Con tu estado de ánimo no nos atrevíamos a darte otra opción añadida que funciona aún mejor, no fuera que tu cabecita no estuviera despejada del todo y te hicieras un pequeño lío, pero si te atreves ahí va: “Solo tienes que empezar al mismo tiempo a pensar, en todo y de todo, al contrario de como piensas y verás cómo todo tu pequeñito mundo comienza a colocarse con mayor rapidez si cabe”.
Y ya para no alargarnos permítenos recordarte que aunque el Reglamento no regule en nada la duración del sueño ni la hora de levantarse, es con todo cortés levantarse desde el amanecer; pues, aparte que es un defecto el dormir demasiado, es vergonzoso e intolerable, dice el sabio, que al salir el sol nos sorprenda en la cama.
Además es invertir y cambiar el orden de la naturaleza el hacer del día noche y de la noche día, como hacen algunos; el diablo es quien incita a esto; como él sabe que las tinieblas dan ocasión al pecado, le va bien que hagamos nuestras acciones durante la noche. Así evitaremos esas malas noches y sus nefastas consecuencias en forma de preguntas como esta que “antes” te roía por dentro.
Lo ves querido, qué fácil!! Si ya te lo decíamos, es que hay díasss…
Pues hala, ya sin esos problemillas te deseamos próximos amaneceres llenos de buenos despertares, sin filosofías.
Departamento de Atención al Personal.